viernes, 20 de abril de 2012

De vez en cuando me acuerdo de Mario...!

 

No se si alguna vez les ha pasado a ustedes*, pero cuando uno pasa cierto tiempo en una ciudad, esta se vuelve cada vez mas familiar, las distancias se hacen mas chicas y uno deja, "al menos en parte", de sentirse extranjero...!


Es conveniente y hasta imprescindible, tener a mano una mujer* ** una verdadera compañera, yo corro con la grandiosa suerte de tener a mi mejor amiga, mi confidente, mi amante esposa y la mejor compañía para cada momento compactada en la doctora de 1,56 mts. que yo muy cariñosamente suelo nombrar como la dama que me acompaña.

No se como ni se con que pretexto* uno sale a caminar y luego de un rato se encuentra de bruces con el sitio donde uno deseaba llegar y como un dejabú, entra sin mas, se toma un tiempo para tratar de entender lo inentendible, mientras te sientas y ves a la gente pasar como si fueran en cámara lenta y ella te despierta con un beso...!

Yo no se si tú, en tu exilio en Buenos Aires sentiste esta necesidad por despertar en tu patria y abrazar a la familia antes de sentarse a desayunar, no es nostalgia, pues es muy corto el tiempo pero si tu toleraste 10 años fuera de casa y mantuviste tu integridad y tu actividad consciente y consecuente, yo seguiré tu ejemplo...!

Como suele ocurrir en estos casos me despido con un abrazo fraterno de compañero camarada ya que se que donde estés, si es que estás, si estás llegando*, seguirás siendo lo que siempre fuiste para todos tus queridos amigos... 
He dicho! muchas gracias!*


*: Cualquier parecido a versos de cierto poeta uruguayo de la generación del 45 es puramente intencional.
**: Si estas pensando en lo que se que estas pensando eres de mi club de poetas evanescentes...

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