viernes, 15 de marzo de 2013

El canto de las Sirenas...!



En esos días de invierno, las mañanas eran lluviosas y yo solía usar esos paraguas enormes que se usan de bastón y solía ponérmelo en la espalda cual espada samurai, y no faltaba quien me dijo Tortuga Ninja. Recuerdo que en mi grupo estudiaba Viviana Arana que por cierta anécdota un compañero le dio el pseudónimo de “Sirena”:

                … Ella ingresó al salón de clases luego de correr bajo la lluvia y su falda larga hasta el tobillo tomó la apariencia de aleta cual sirena de cuento de hadas…

Ella era parte de nuestro grupo de artistas, que convocados por el sonido de la música nos reuníamos bajo la sombra de los árboles de la facultad para entonar los temas que expresaban nuestros pensamientos e ideas día a día. Con el tiempo ella perfeccionó su técnica en el conservatorio hasta convertirse en la directora del coro de la facultad, pero siempre que le pedía una melodía alegre, cantaba aquel tema de cuyo nombre no puedo acordarme y sin embargo nos sacaba una sonrisa a todos los que la escuchábamos, alegre, sincera, natural y excelente amiga. 

Recuerdo también que en ese entonces yo cantaba muy poco, solía tocar la guitarra y acompañarme con mis silbidos o tarareando las viejas rolas; ella como buena estudiante de conservatorio me enseñó las pautas básicas para poder liberar mi voz, para el pesar de los que no les gusta escuchar mis temas…!
Ella me dijo: “Libera y levanta la voz hasta donde te den los pulmones…!”


MC2

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